febrero 19, 2018

Riega las flores de tu corazón!

Soy Cuaima y qué?



Si aprendemos a cultivar nuestro corazón con los dones que Dios nos dio obtendremos: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y sobre todo, temor De Dios. Con este último valoraremos definitivamente el respeto a nosotros mismo y a las demás personas. 
El mundo necesita personas que respeten los derechos de los demás y que sean solidarios con los más desposeídos.
Cuando cultivamos flores, tratamos que estas no se marchiten colocándoles agua. Así nuestro jardín de la vida, si no lo regamos con amor y tratamos de ser mejores cada día, por supuesto que nuestra alma se va a marchitar. Si hacemos el esfuerzo en trabajar cada día en nuestros defectos, no en los defectos de los demás, en los nuestros, lograremos cosechar los frutos de esos hermosos dones. Cosecharemos: alegría, paz, paciencia, benignidad, bondad, modestia, fe, gozo espiritual ...
Este camino no es fácil porque, lo primero que tenemos que hacer es cambiar de actitud ante la vida. Debemos cambiar nuestro comportamiento con las demás personas. Debemos ayudar a quienes nos necesiten, aprender a tener calma y guardar silencio cuando así lo ameritan las circunstancias. Este ultimo significa que podrás remediar males mayores  o evitar la violencia procastinando o postergando la resolución de tus problemas con las demás personas para el momento en que las emociones ya estén controladas.