julio 23, 2010

Revista Cosas de Unicasa 2010

Información: Desde la concepción hasta la adolescencia ( Especial Madres) Revista Año 8/No. 53/ Mayo 2010. Caracas-Venezuela
Invitada a participar por el Escritor, Gerente Editorial y Coordinador de estilo Jesús Nieves Montero de La revista Cosas de Unicasa



 CÓMO CRIAR A 3 HIJOS ADOLESCENTES SIN MORIR EN EL INTENTO

En este momento escucho con atención cómo mi hijo de 15 años toca una melodía de Guns and Roses con su guitarra eléctrica  y a la vez, converso con mis dos hijas por el Chat de mi blackberry. Conectada totalmente con los tres en sintonía con la rapidez que amerita el escribir frases ecuánimes a cien por minuto y por supuesto ¡tarareando la canción Sweet child o mine! Se pueden hacer tres cosas a la vez y quizás muchas más siendo mamá de esta generación con muchas ocupaciones pero, sin descuidar lo más preciado: La familia. Luego, sin aviso y sin protesto, llega mi esposo acompañado de nuestro perrito, es el único que lo deja entrar a la casa mientras lee el periódico y espera su cena: un yogurt de frutas. Con su correspondiente saludo y beso todo está completo, ¨home sweet home ¨

Todo rememora en mis entrañas el día en que nacieron ellos tres. El parto de mi hija mayor no fue fácil, mucho dolor, muchas horas y al final, una cesárea. Con todo y el dolor que ameritó la recuperación post parto, fue una emoción inigualable a cualquier situación que cualquier ser humano pudiera explicar: ¡Es lo más grande! Pues inexpertos e inseguros, emprendíamos un camino largo que nunca iba a terminar porque nunca dejaríamos de ser padres. Con mi segunda hija fue un poco más relajado aunque nos preocupamos porque no se movía, al final, resulta que le gustaba y le gusta dormir. ¡Resultó muy independiente la bebé! Subía y bajaba las escaleras gateando como un rayo veloz. Con mi tercer hijo, cariotipo normal masculino, fue lo máximo. Más moderno el parto, prácticamente sin dolor la cesárea porque el médico utilizó láser y un aparato que me conectaron creo que a la columna, sólo tenía que apretar un botón y enseguida sentía alivio. No necesitaba llamar a la enfermera por un calmante, por lo tanto,  nos sentíamos más maduros ¡Era el tercero!

Luego y con la bella experiencia de verlos crecer cada uno con su forma de ser, con su carácter, con sus travesuras, sus juegos, sus espontáneas palabras propias de los adolescentes. Con las preocupaciones propias de las salidas de los viernes, de programar y sudar el futuro que queríamos para los tres, hoy, con la tecnología en nuestras manos, tenemos la satisfacción de una buena comunicación. Una crianza heredada de los valores y los principios que nuestros padres nos inculcaron claro, modernizados en cuanto a la demostración de nuestros sentimientos y maneras de aplicar la disciplina: mano derecha y mano izquierda pero con firmeza. La labor cumplida en el plano profesional para las dos primeras ya graduadas en la universidad, ambas independientes, responsables y muy maduras para enfrentarse  al reto que la vida les depare y con el tercero aún en bachillerato, también gracias a dios centrado, deportista y muy maduro para su edad. Podemos decir que somos afortunados y que nuestro hogar ha sido bendecido por estos tres hermosos hijos que, algún día, también serán los padres que contarán con unos abuelos dispuestos a viajar así sea a la China para darles el apoyo que siempre tuvieron y siempre tendrán.



Arly Leotaud