El 14 de febrero de 2018, el día de San Valentin, un día dedicado al amor y a la amistad fue manchado de rojo, de sangre, de tristeza y de impotencia. Ese corazón fue atravesado por una flecha pero no para el amor, sino para el llanto.
Diecisiete (17) personas, alumnos de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Florida, Estados Unidos, fueron asesinados vilmente por otro joven quien, al parecer, sufría de trastornos psíquicos pero, por qué? Qué llevó a este joven a cometer este atroz asesinato premeditado, anunciado?
En el fondo nadie lo sabe. Se especula acerca de su vida pero, qué pasó por su mente y su corazón cuando salió de su casa dispuesto a asesinar?
Lo que si se conoce es que esos jóvenes de distintas nacionalidades, uno de ellos venezolano Joaquin Oliver de apenas 17 años, dejó un hondo pesar en el corazón de cada una de sus familias y de sus amigos.
Los padres nunca pueden imaginarse ni por un instante enterrar a un hijo, menos tan joven. Lo normal es que los padres sean enterrados por sus hijos.
Las familias debemos estar atentos, debemos cuidar y amar a nuestros hijos y por qué no, también a sus amigos. Es deber de todos, es recuperar lazos perdidos en esta sociedad descompuesta, donde el desamor y la violencia llevan a la depresión, al alcohol, a las drogas, incluso a la prostitución de muchos jóvenes que se sienten desamparados, sin horizonte, sin una meta. Hijos de padres divorciados, hijos de padres que sólo velan sólo su día a día enmarcándose en un claustro monetario. El pago de deudas, el trabajo, incluso, vida para los demás y no para su hogar, como decimos en criollo: "Claridad la calle oscuridad la casa".
Sólo se preocupan por ellos mismos. El ego hace olvidar que al lado estan hambrientos de cariño, de amor, de comprensión, de apoyo, no sólo material, sino apoyo moral, esos hijos del mundo tienen en sus manos el futuro del planeta. Si no recapacitamos, si no estamos atentos a lo que realmente sucede en el corazón de nuestro muchachos, difícilmente podremos rescatarlos del abismo como le sucedió a Nicolas Cruz que truncó la vida de estos jóvenes estudiantes e hirió a otros más?
La lección que este hecho ha dejado es el reclamo, el "NO MAS ARMAS, NO MÁS VIOLENCIA" Es el respetar y exigir respeto, enseñar a respetar. Estar atentos a ayudar a quien realmente necesita ayuda. Estar atentos de quien necesita comprensión. Estar atentos al llamado, a ese grito que muchas veces los hijos manifiestan de muchas maneras y no nos damos cuenta como ocurrió con este muchacho quien anunció que iba a tomar sus armas y disparar.
Qué distinto fuera el hoy, si alguien hubiese escuchado! Esos jóvenes estarían vivos! y hoy, nadie se los va a devolver a sus familiares.
Esto es realmente lo que queremos? Es este el mundo que queremos para nuestros hijos? para nuestros nietos? para nosotros?
Debemos reflexionar y ver a nuestro alrededor. La vida es una, y es tan bella como para estar pensando en diferencias, en atacar o criticar a quien difiere de nuestras ideas, de nuestras costumbres, de nuestro credo, de nuestra raza. Debemos buscar La Paz en cada uno de nuestros hogares, en nuestras comunidades y también, "La Paz mundial".
Unamos nuestros pensamientos, nuestras oraciones y nuestras acciones para esta meta y no para la guerra!
Arly Leotaud
Arly Leotaud
